Estoy de vacaciones y esta vez me las voy a tomar en serio. Ya he corrido la voz entre la familia de que no estoy disponible para recados; sólo me haré cargo de listas de regalos de los demás en caso de emergencia. También he avisado de que los menús de los días señalados serán normales; se acabaron los de tres primeros platos, un segundo con tropecientas guarniciones, y tres postres. Los pequeños ya saben que no voy a hacerles las croquetas de camarones con esa bechamel que tardo hora y media en cocinar cuchara en mano. Sólo ellos se han quejado. Me han llamado egoísta. Me da igual. Voy a vivir la Navidad, voy a pasear, a merendar con las amigas y a marujear por la casa, que tengo mono, hasta he comprado en Carrefour un limpia metales que es la repera para sacarles brillo a los pomos de las puertas a ritmo de aria de Händel. Ya he calculado que los del salón, que son dobles, combinarán de cine con el "Rejoice" del Mesías.
Tres días antes de las vacaciones, Marta G. Brea me hizo esta foto con alumnos de 2º de Bachillerato durante una visita que organizó mi instituto al Salón de orientación universitaria. La publicaron en Faro de Vigo. Se nota que estaban cerca las vacaciones, ¿no veis qué caritas mas relajadas lucen? La mayoría no sabe qué carrera estudiará el próximo año. Intentan conjugar sus preferencias, o su vocación, con las salidas profesionales y los recursos de sus familias. Difícil lo tienen. Vimos expositores de universidades públicas y privadas, algunas peculiares, como una suiza que tenía al frente a una joven muy competente, Corinne Chopard, una franco hablante que nos explicó los entresijos del Swiss Education Group, pasando con soltura de un inglés fetén a un español casi perfecto. Las clases se imparten todas en inglés. También estaban presentes universidades de País Vasco, Cataluña y, obviamente, de Galicia. Cuando acabé de hacer la ronda con mis alumnos, estuve viendo sus planes de estudios. De la de Deusto poco puedo decir porque me fui enseguida al ver en un folleto la palabra normalización. La culpa, probablemente, fue del azar por haberme llevado a la página más inconveniente, pero la verdad es que se me revolvió el Kinder Delice que me acababa de tomar. A estas alturas, la naturaleza ha articulado en mí una especie de mecanismo de defensa, he desarrollado una alergia a estos exabruptos. En el stand de la Universidad de Barcelona me dijeron que casi todas las clases, sobre todo en las facultades de letras, son en catalán. Me explicó la chica que era una suerte, porque así, de paso que aprendes, por ejemplo, Filosofía, estudias otra lengua. Le respondí con una sonrisa, es lo mejor en estos casos.
Al expositor de la Universidad de Vigo me había acercado antes a recabar información con una alumna maravillosa. El curso pasado me había dicho que quería estudiar periodismo, pero ahora se siente más inclinada a cursar Filología Hispánica, aunque también íbamos a ver cómo combinarlo con ADE, porque le gustaría poder trabajar para alguna editorial o gestionar eventos culturales relacionados con la Literatura. La chica puede con eso y más, pues tiene una cabeza y un tesón que son fuera de serie. Como os decía, nos acercamos al stand de Vigo para conocer el plan de estudios de Hispánicas, pero nos dijeron que hace un par de años suprimieron esta titulación. Por lo visto, había tan poca matrícula en Filología gallega que en lugar de eliminarla, se les ocurrió fundir las dos carreras en una. Y las fundieron, ¡Vaya si las fundieron!. Su renuencia a dejar en evidencia que muy poca gente quería estudiar gallego, les llevó a crear un híbrido llamado "Grado en estudios de gallego y español" que, obviamente, no contentó ni a unos ni a otros; ha tenido tan poco éxito que van a retirarlo y en su lugar habrá un intento nuevo llamado "Ciencias da linguaxe", con las asignaturas repartidas 30-30- 30 en gallego, portugués y español. Durará poco. No es que yo pretenda que en cada pueblo haya una facultad, pero si hubiesen pensado un poquito más en los estudiantes que en los prejuicios lingüísticos, probablemente la familia de mi alumna no se verían obligados a matricularla en otra ciudad y se ahorrarían bastante dinero.
Tres días antes de las vacaciones, Marta G. Brea me hizo esta foto con alumnos de 2º de Bachillerato durante una visita que organizó mi instituto al Salón de orientación universitaria. La publicaron en Faro de Vigo. Se nota que estaban cerca las vacaciones, ¿no veis qué caritas mas relajadas lucen? La mayoría no sabe qué carrera estudiará el próximo año. Intentan conjugar sus preferencias, o su vocación, con las salidas profesionales y los recursos de sus familias. Difícil lo tienen. Vimos expositores de universidades públicas y privadas, algunas peculiares, como una suiza que tenía al frente a una joven muy competente, Corinne Chopard, una franco hablante que nos explicó los entresijos del Swiss Education Group, pasando con soltura de un inglés fetén a un español casi perfecto. Las clases se imparten todas en inglés. También estaban presentes universidades de País Vasco, Cataluña y, obviamente, de Galicia. Cuando acabé de hacer la ronda con mis alumnos, estuve viendo sus planes de estudios. De la de Deusto poco puedo decir porque me fui enseguida al ver en un folleto la palabra normalización. La culpa, probablemente, fue del azar por haberme llevado a la página más inconveniente, pero la verdad es que se me revolvió el Kinder Delice que me acababa de tomar. A estas alturas, la naturaleza ha articulado en mí una especie de mecanismo de defensa, he desarrollado una alergia a estos exabruptos. En el stand de la Universidad de Barcelona me dijeron que casi todas las clases, sobre todo en las facultades de letras, son en catalán. Me explicó la chica que era una suerte, porque así, de paso que aprendes, por ejemplo, Filosofía, estudias otra lengua. Le respondí con una sonrisa, es lo mejor en estos casos.
Al expositor de la Universidad de Vigo me había acercado antes a recabar información con una alumna maravillosa. El curso pasado me había dicho que quería estudiar periodismo, pero ahora se siente más inclinada a cursar Filología Hispánica, aunque también íbamos a ver cómo combinarlo con ADE, porque le gustaría poder trabajar para alguna editorial o gestionar eventos culturales relacionados con la Literatura. La chica puede con eso y más, pues tiene una cabeza y un tesón que son fuera de serie. Como os decía, nos acercamos al stand de Vigo para conocer el plan de estudios de Hispánicas, pero nos dijeron que hace un par de años suprimieron esta titulación. Por lo visto, había tan poca matrícula en Filología gallega que en lugar de eliminarla, se les ocurrió fundir las dos carreras en una. Y las fundieron, ¡Vaya si las fundieron!. Su renuencia a dejar en evidencia que muy poca gente quería estudiar gallego, les llevó a crear un híbrido llamado "Grado en estudios de gallego y español" que, obviamente, no contentó ni a unos ni a otros; ha tenido tan poco éxito que van a retirarlo y en su lugar habrá un intento nuevo llamado "Ciencias da linguaxe", con las asignaturas repartidas 30-30- 30 en gallego, portugués y español. Durará poco. No es que yo pretenda que en cada pueblo haya una facultad, pero si hubiesen pensado un poquito más en los estudiantes que en los prejuicios lingüísticos, probablemente la familia de mi alumna no se verían obligados a matricularla en otra ciudad y se ahorrarían bastante dinero.
La universidad española tiene muchos problemas, de financiación y también de endogamia en determinadas facultades, pero allí donde existen nacionalismos, añadamos un ingrediente negativo más. En GB guardamos e-mails de universitarios que nos cuentan cómo ésta ideología ha impregnado ciertas carreras, cómo determinados alumnos y profesores maniobran en contra de la libertad de pensamiento, de la excelencia. El debate sano y enriquecedor queda supeditado a la "construcción nacional". Los movimientos estudiantiles tambien estan convenientemente tomados. Esto es especialmente significativo en las carreras relacionadas con la docencia, o en Filosofía y en Periodismo. Al fin y al cabo, ¿qué se puede esperar de los gerifaltes de una universidad cuando afirman en sus estatutos que la suya tiene lengua propia?. Habrá surgido en el campus, debajo de una lepiota.
El mismo día en que yo visitaba estas instalaciones con mis alumnos, al profesor Blanco Valdés le plantaron unas tablas de madera en la puerta de su despacho de la Facultad de Derecho con la palabra fascista pintada sobre ellas. Es muy probable que los que firmaron esas tablas con el adjetivo que mejor los define, participen en la manifestacion que La Mesa ha convocado para el 8 de febrero, como es en Santiago y el club alterna por los mismos lares...Dicen que quieren protestar por el descenso de hablantes de gallego. Sí, habéis leido bien, ese era el titular del diario El País, es de traca. Probablemente, los tiranitos estos que señalan al que no piensa como ellos, al que no comulga con su dictadura y que además se atreve a decirlo en voz alta, serán los mismos que apoyaron a los que nos reventaron nuestra manifestación un 8 de febrero de hace cinco años.
De todos modos os diré que me alegro de que tengan sarao a la vista, como mejor está esta gente es organizando manifestaciones,mientras contratan autobuses y diseñan la propaganda los tenemos entretenidos y no hacen maldades, que estos en la universidad o en cualquier otro lugar, lo menos malo que hacen es desfilar por Santiago.
Un abrazo a todos Feliz Navidad, Bo Nadal